(me estoy poniendo al día en las historias. Esta tiene varias semanas).
Como saben, me metí a un seminario de francés en la universidad. Por ahora estamos haciendo cosas súper básicas (y por tanto medio aburridas). El lunes escuchamos 2 canciones y las analizamos por 3 horas! Wow, fue bastante fatigante. Felizmente que es una vez por semana.
Lo bueno vino el martes pues finalmente comencé los cursos de la maestría. Tuve clase con el loco starwars y estuvo interesante aunque no hicimos tanta clase pues todo tuvimos que hacer una introducción de un par de minutos sobre lo que hemos hecho y sobre lo que pensamos investigar en la maestría. Todos se quedaron impresionados de mí. Bueno, la verdad no. Encontré en internet la bibliografía del curso dictado el año pasado así que, muy sapo yo, escogí un par de libros que me pudieran servir para esta primera clase. La universidad no tiene biblioteca sino que tiene convenios con varias bibliotecas públicas para que los alumnos se inscriban. Acá hay bastantes bibliotecas públicas y son de las más prestigiosas. Ahí vino la experiencia más interesante del día.
Llegué a la biblioteca de Sainte Genvière que para mi buena suerte queda a 10 minutos a pie desde la universidad. Llegué y resulta que había una cola para inscribirse. Esperé como una hora fuera bajo la lluvia. No fue muy divertido. Finalmente, entré, me inscribí y me dieron mi carné. Todo es gratis pero lo único malo es que todos los libros son para consultar ahí mismo. Cuando entré a la biblioteca me quedé impresionado de lo grande que es la sala de lectura. Ya le tomaré una foto. Es inmenso y tranquilamente podríamos jugar futbol ahí (quizás no tanto, ¿o sí?). Todo el mundo leyendo. Muy interesante. Parte de los libros están en los estantes que rodean a la sala de lectura así que uno los puede tomar directamente. Si no están ahí te los traen en unos 20 minutos. Y 20 minutos fue el tiempo que me quedé en la biblioteca pues mis clases comenzaban.
Pero luego regresé. Vi nuevamente que había una cola para inscribirse. ¡Qué genial! (bueno, no para ellos). Y a diferencia de la mañana había otra cola, esta vez para ingresar, osea para mí. ¿Por qué? Porque la biblioteca estaba llena así que quienes hacían cola tenían que esperar que se libere un cupo dentro para poder entrar. ¡Y la gente hacía la cola! Por supuesto que no avanzaba nada.
Decidí regresar al depa pues no tenía ganas de esperar. Esa misma mañana había visto que al costado de la biblioteca había otra. Sí, otra. Así que de chismoso entré para ver de qué era. Ésta pertenece a una universidad pero también es posible que ciertos alumnos de ciertas universidades se suscriban. Me di con la sorpresa que esta segunda biblioteca estaba especializada en ciencias jurídicas. Como caída del cielo. La inscripción nuevamente gratuita. El pata de las inscripciones estuvo a punto de chotearme pues no sabía si la especialidad de mi maestría estaba considerada dentro de las permitidas. Luego de meterle un poco de floro de Perú y encontrar respuesta en él, todo salió bien. El estilo de esta biblioteca es igual que la otra. Inmensa, libros para coger y un huevo de gente.
(Biblioteca)
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