Este viernes estuve en el servicio de medicina preventiva de la uni. Suena bacán, ¿no? Es suma es un servicio médico con atenciones muy básicas pero con la posibilidad de sacar citas con psicólogos, psiquiatras, nutricionistas y algunas otras cosas que van por ese estilo. Ah, también hay un o una sexóloga y tiene atención e información sobre planificación familiar, sexualidad, adicciones y VIH/SIDA. Interesante.
Llegué tarde a mi cita pues dormí un poco más de lo que debía gracias a la historia del pasadizo-cama. Además, justo ese día el servicio de tranvías estaba restringido por una huelga de sus trabajadores. En realidad, esto no me afectó en lo absoluto pero te lo cuento puesto que fue mi excusa para llegar tarde. Cuando les presenté este acontecimiento en el servicio médico con cara de aturdido, ya no me hicieron roche. Pero, bueno, igual perdí la cita con la enfermera y con el médico, así que simplemente una de las enfermeras me habló sobre los servicios médicos que daban. Muy buena gente la tía.
La cosa es que cuando fui a reprogramar la cita me la pudieron dar para el mismo día, simplemente unas horas más tarde. Así que regresé. Me tomaron unos datos médicos y me quisieron hacer un examen de vista pero fue innecesaria cuando les conté que ahora cuento con visión infrarroja. De lo que no me escapé fue del examen de orina para el cual la enfermera me dio, nada más y nada menos, que un vaso… un vaso de plástico… un vaso de plástico descartable como el que se usa para servir la chela. Fui al baño e hice la debida operación sin problema alguno. El baño, pequeño detalle, no estaba dentro del consultorio donde me atendió la enfermera sino que estaba al otro lado de la sala de espera para las atenciones del servicio médico. En suma, debías pasearte con tu pichi en la mano entre todos los que esperaban por ahí. Si imaginabas que era cerveza se te podía ir fácilmente la vergüenza.
Una de las cosas que por estos lares es muy distinta es que acá la gente no cruza miradas casi en ningún momento. De hecho, pasé con mi pichi en mano y nadie me miró. Cosa distinta hubiera sido en Perú. Cuando regresé al consultorio le hice algo de conversación a la enfermera y le comenté justamente que era raro que me den un vaso de plástico cuando en mi terruño nos dan un frasquito cerrado y con su caja más. Me dice que es lo que se suele hacer también acá pero que por falta de presupuesto no lo hacen. Todos se quejan de cómo Sarkozy (presidente de Francia) ha recortado los gastos sociales. La verdad casi a diario sale algo en los periódicos (suena como si estuviera ya buen tiempo, eh) y hasta los profes de la Alianza Francesa lo decían. Sin embargo, al parecer él se ha elegido solito pues nadie ha votado por él…mmm…cualquiera parecido a otra realidad es pura coincidencia.
Luego me hicieron pasar a la cita con la doctora que me hizo algunos exámenes básicos. Me preguntó por operaciones, si hacía ejercicios, si tenía algún dolor, si el ojo que estaba en el suelo era mío y cosas de ese estilo. Y hablando de ojos que están en el suelo, olvidé de contarte que con tanta cargada de maletas mis brazos y piernas terminaron totalmente arañadas y moreteadas. La verdad me sorprendió pues parecía que me hubieran agarrado a golpes y cuchillazos (bueno, uñas no más).
Entre la ida y venida al servicio médico aproveché para comer en el restaurante de la universidad (Resto U le llaman). La verdad que puedes comer de forma bien nutritiva. Hay dos líneas de menú y en cada uno puedes elegir una o dos opciones de menú. Por lo menos el día que fui una era de pollo y la otra de pescado. De entrada había ensalada y podías coger postre o fruta. También había yogurt. Los postres eran una ligera evolución que a veces te ponen en los menús de barrio. Es decir, era la evolución del moco incoloro con canela encima y algo duro que parece fruta. Por supuesto, no lo probé. El costo del menú universitario es de 2.80 euros o algo por ahí. Claro, son más de 10 luquitas pero para el estándar de acá está muy bien. Las comidas en McDonalds cuestan algo de 8 euros con papas y gaseosa. Un menú normal en la calle te cuesta no menos de 12 euros. Ya encontraré algunos huecos más baratos pero nunca como los huequillos de Villarán. El menú de la universidad estaba muy rico, aunque en realidad desabrido. Comí fideos (creo que sin sal) y pescado más su ensalada. Lo devoré pues es muy cercano a la comida casera que extraño L. Además de quedó algo chicoma así que a eso de las 4 p.m. mi estado de hambre me llevó inconscientemente al MacDonalds a complementar la nutrición equilibrada del menú universitario con un McPollo…mmmm…rico. Además, aproveché el internet. En realidad, sólo fui por eso. ¿Me crees, no?
Estuve dando vueltas por la ciudad y averigüé sobre celulares. Estoy viendo si me conviene compararme un Blackberry para estar internetcomunicado para wifihablar en cualquier redmomento…www…(jaja, esa última estuvo buena, ojalá la entiendas). Parece que hay 3 empresas de celulares principales. Las mensualidades del Blackberry son similares entre ellas, aproximadamente de 40 euros por mes incluyendo internet ilimitado, wifi, mensajes de texto ilimitado, 1 hora de llamadas en Francia y otras cosillas.
La cosa es que parece que no se puede usar el skype ni el Messenger por voz a través del Blackberry. Quienes me atendieron dijeron que sí, pero parece que no muchos lo preguntan. En las letras chiquitas de los folletos parecían prohibirlo. Estoy en un dilema existencial, comprar o no comprar. Voy a buscar un sacerdote para que me saque de esta duda. Acá no he visto muchas iglesias y es algo que me llama la atención. Recién lo noto. Interesante.
A eso de las 7.30 de la noche me dieron ganas de tener internet así que decidí ir al otro campus de la uni para aprovechar. Llegué como a las ocho. Las puertas, como siempre, estaban abiertas y las siguientes sin seguro. Me sentí muy bien por la confianza y apertura total que expresa este gesto. Pasé un par de puertas pues en este campus no me ubico bien y en eso escucho que un pata me estaba llamando a gritos. No, no era Melcochita, ni nadie. Era el vigilante de la entrada increpándome sobre por qué había entrado a las 8 de la noche a la universidad si yo sabía que eso no se hacía. What?! Me le achoré y le pedí disculpas, jaja. ¡Le dije que no sabía pe y con el mismo tono que él usó! Creo que en casi todas las universidades del Perú es normal estudiar hasta las 10 p.m. o más sea pregrado o posgrado. En el fondo, la lógica de acá es más correcta. Los franceses respetan mucho el tiempo del ocio útil (loisir). Por eso mismo, los servicios de la U cierran temprano al igual que muchos comercios.
Después de tanta marcha por fin decidí ir al departamento de Izza a dormir. Estaba agotado de tanto caminar. Llegué y estaba ella con su amiga canadiense listas para salir a tonear. Cómo tonea esta chica. Me dijo que es porque ya van a comenzar las clases. Conversamos un rato y luego se fueron. Yo desplegué mi sofá cama e hice la meme.
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