lunes, 8 de febrero de 2010

Primeros días en el depa

Ya van 2 o 3 noches que duermo en mi depa y por fin me siento muy bien sabiendo que no tengo que pagar un hotel o que me despierto en la habitación de alguien que me aloja temporalmente. Todavía no siento que el depa sea mío, aunque en realidad no lo es porque lo alquilo, pero me refiero a apropiarme de sus ambientes. Eso vendrá poco a poco.

Mis compañeros de depa son muy amables y tranquilos. Eso es muy bueno para cuando vengan los momentos de estudio. Los otros depas que había buscado estaban compartidos por gente más joven que siempre ponía en sus avisos que les gusta tonear. Casi no había anuncio que no lo hiciera. Mis compañeros, sin embargo, ya están en otra edad... la mía. Eric es uno de ellos y tiene 32 o 33 años (se parece a Popeye flaco). Es profesor de inicial y ya con eso uno saca muy bien el perfil. Es un pata súper tranquilo que sonríe fácilmente. Además parece que es adicto a los juegos por computadora. Le pregunté si jugaba Warcraft y me dijo que no, era otro. Le pregunté si era algo de guerra y me respondió afirmativamente. Imagino que en los juegos se desquita con los engendritos que ve todos los días. Cuando me enteré de lo que hacía le dije, típico, que seguramente él tenía mucha paciencia a lo que me respondió “depeeeende de tu humor, del día, de los niños”. Ok, ok, stop.

Sylvie es la otra persona que comparte el departamento. No sé bien su historia pues he conversado aún poco con ella pero la cosa es que ella viene de la isla La Reunión que era una antigua colonia francesa y ahora sigue dependiendo de Francia para algunas cosas. Es más, esa isla se considera como suelo francés. La cosa es que ella hace danza. ¿Cuál? Contemporánea. Es decir, debe ser de esas locas que baila y se mueve raro. Ella es algo más conversadora que Eric. Con ambos estoy contento y tranquilo sobre todo.

http://limalyonparislima.blogdiario.com/img/depa2.jpg

(mi cuarto pe, qué más va a ser)

El depa está bien bonito. Da la impresión que ha sido remodelado hace no muchos años. Bueno, creo que está recién pintadito así que eso también le da un toque particular. Además no es un depa chiquito como suele uno encontrar por acá. Ya ni punto de comparación con la cajita de Izza, acá uno puede caminar sin mayores problemas. Tampoco es que sea tan grande. Debe tener unos 90 metros cuadrados o quizás algo menos. El único tema es el baño. Bueno, acá separan el wáter de la ducha y lavatorios (“sala de baño”), lo cual termina siendo muy higiénico. Yo comparto la sala de baño con Eric y no me incomoda en lo absoluto. Tiene un montón de productos y cosas para su pelo, creo, y eso que lo tiene bien cortito. Parece medio maniático porque en la cocina también hay un montón de comida de diferente tipo pero no le gusta cocinar. En fin…la cosa es que hay un solo baño pero ese no es el tema sino las paredes del baño y de toda la casa. No son de ladrillos y cementos como en el Perú sino que usan, imagino, planchas o algo así. En suma, no puedes tirarte un pedo ni con la puerta cerrada de tu cuarto sino te escucha hasta el vecino. Aunque en realidad, la única bulla que no he escuchado es la de los vecinos. Eso es muy bueno. Pero, bueno, a lo que iba es que la privacidad bañística es muy baja y peor aún porque el baño está al costado del cuarto de Sylvie. A la lauuuuu.

Atrás del depa hay una residencia universitaria. No sé si tenga restaurante universitario, lo cual me convendría para comer barato (2.85 euros el menú). De todas formas, a unas cuadras hay una universidad que sí tiene comedor y a ese mismo precio. Como todas son universidades públicas, el precio del menú es el mismo a nivel nacional (bueno, en Lyon y Paris por lo menos) y cualquier estudiante con su carné en mano puede acceder al menú. Qué bacán.

Frente al depa hay una plaza, llamada 8 de mayo de 1945. ¿Por qué se llama así? Pues ese día Alemania firmó la rendición de sus fuerzas en la 2da Guerra Mundial. Ah, no te acordabas seguro. Yo tampoco, lo acabo de buscar en Wikipedia. Acá en Francia hasta es un feriado nacional. Por el otro lado de la plaza pasa el tranvía que en realidad no me es de mucha ayuda pues su ruta no me conviene para nada. Por ahí hay un siempre infaltable McDonalds y bastantes comercios. Los martes, viernes y domingos se abre un mercado a lo largo de una avenida que llega a la plaza, así que mañana me daré una vuelta para ver qué encuentro por ahí pero definitivamente no encontraré ponches de rana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario